Me pregunto yo ¿quién en Latinoamérica no ha visto siquiera un episodio del "Chavo del 8"?
Ésta serie fue, es y será la preferida para grandes y chicos; y es porque refleja muy bien todo lo que se vive (o viviría) en un barrio tan... tan... "especial".
Don Ramón el clásico tipo sin oficio ni beneficio, el pendenciero; doña Florinda la señora viuda y amargada de clase media baja, que quiere volver a disfrutar de las comodidades que le daba su fallecido esposo; doña Clotilde (o la Bruja del 71) la solterona de más de cuarenta años que se desvive por un hombre también soltero (para ser exactos, viudo); el profesor Jirafales, el maestro que soporta los irreverencias de sus alumnos; el señor Barriga, el dueño de la vecindad que sufre cada vez que viene a cobrar la renta a don Ramón; Quico, el cachetón hijo de doña Florinda, el niño egoísta que cada vez que mira al Chavo jugar con algún "pseudo-juguete", sin perder tiempo saca el suyo mucho más sofisticado; la Chilindrina, sin lugar a dudas la verdadera hija de don Ramón, vivaz, despierta, que de cada cosa que hace tiene que haber algo beneficioso para ella, ahhh y enamorada del Chavo; el Chavo, el personaje que da el nombre a la serie, todo lo contrario a Quico, pobre, siempre queriendo comer una torta de jamón, y que siempre recibe con un golpe al señor Barriga.
Luego vendrían Ñoño, Popis, Godines etc.
Pero no sólo "El Chavo del 8" es tan popular en el mundo, el "Chapulín Colorado", el héroe torpe de Latinoamérica también goza de esa popularidad que ya varios héroes de comic's quisieran tener. Además, Chespirito a inventado tantos otros personajes que no es para nada tedioso ver los programas aunque ya la hayamos visto más de mil veces, ¡eso es lo interesante!
Ahora, el año pasado pasaron por aquí, por primera y única vez, un capítulo que muy pocos, o nadie habían visto, la boda de don Ramón. Quizá sea porque choca con varias cosas que se saben de la vecindad, pues a nadie se le gustaría ver al profesor Jirafales de sacerdote, casando a don Ramón y doña Clotilda; y luego ver a doña Florinda sorprendidísima por la noticia; y claro, la Chilindrina chillando por tener una futura madrastra, y todavía bruja.
Lo bueno es que todo eso surge de la mente del Chavo *respiro de alivio*.
Sin embargo, lo que sí me enterneció fue el rostro de doña Clotilde, toda hecha ilusión y felicidad por hacer realidad su más grande sueño.
Sólo fue ficción, y que bueno que haya sido así. La vecindad quedó como la vimos al principio…
Saludos .
P.D.: Para los que no la hayan visto, les dejo el video del capítulo "perdido".